1.Hazte un buen peeling. Mejor si lo realizas una vez a la semana y mejor por la noche para evitar eritemas y las temidas manchas solares que no olvidemos también se pueden producir fuera de la época estival.
2.Aplícate una mascarilla muy hidratante el día que realices el peeling y aún mejor si tiene efecto tensor.
3.Los días restantes hazte aliada del bioretinol que te ayuda a estimular la producción de proteínas dérmicas, y mejora tanto la protección como la hidratación. El resultado es una piel nueva ya que tiene un potente efecto exfoliante. Especialmente indicado para pieles con manchas y arrugas. Aplicado de noche.
4.¿Y durante el día? Con la bajada de las temperaturas necesitamos, en primer lugar, hidratar. Aconsejo emplear Factor de Crecimiento. Incrementa la síntesis de colágeno y elastina y aporta firmeza en tu piel. Se trata de proteínas encargadas de estimular los procesos metabólicos que regeneran y reparan nuestro tejido. No olvides incorporar Vitamina C porque su función iluminadora y antioxidante es clave para dar a tu rostro la luz que necesita durante el otoño y prepararla para el invierno.
5.Refuerza tu rutina con nutricosméticos que contengan colágeno y magnesio. Aumentarás tus defensas y notarás tu piel revitalizada.
6.Y fundamental: no olvides que, aunque estamos en otoño, el sol sigue saliendo y debes aplicarte antes de salir de casa, a diario, filtro solar.